viernes, 9 de enero de 2009

Mi opinión



Quizá muchos quieran voltear la mirada, pero parte de la idea de este blog es decir lo que pienso. Y lo presento con la única palabra que sé escribir en hebreo y en árabe: PAZ.
He venido colgando textos de diversas fuentes para no caer en el estancamiento, fatal para los blogs, pues bien ahora que veo en las noticias que el ejercito Israelí, atacó un convoy de la UN recuerdo la gravedad de la situación.
Que a todos nos incumbe creo que no hay duda.
Medito en las actitudes de todos los miembros de la familia humana, y le doy vueltas.
Veo por ejemplo como la mayoría de la prensa tiende ligeramente a tomar partido contra Israel (o será una apreciación subjetiva).
Veo como descaradamente los Comunistas ( y socialistas, marxistas, etc) toman partido por Palestina, ¿Por qué será?.
Veo a U.S.A. siempre cercano a Israel, veo a Sarkozy, tomando la iniciativa junto con Egipto. Veo a la desconcertada UN, a la cerrada Libia, al intransigente Israel.
Veo el compromiso por la paz - una vez más- de la Iglesia, experta en Humanidad.
Veo la manipulación simplista de gente sencilla y no muy preparada marchando en contra de Israel.
Veo visiones sesgadas, no equitativas.
Veo con claridad, que los responsables son ambos.
Veo y condeno, los ataques que por casi 8 años, el grupo terrorista Hamas realiza contra el sur de Israel así como la desproporcionada e inhumana respuesta del ejército israelí contra Gaza.
Veo un mundo en decadencia, veo un problema donde no hay lugar a soluciones fáciles.Veo un problema cuya única salidad, requiere renuncia, sacrificio, compromiso, aquello que occidente ha venido esquivando por ya demasiado tiempo.
Veo un drama, veo rencor, y me viene a la mente la memorable frase del venerable Siervo de Dios, Juan Pablo II :"No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón".
¿Tanto nos cuesta perdonar?, la tan cacareada evolución humana, la tan supuesta alta civilización que a través de los milenios hemos forjado no nos ha ayudado a saber perdonar, a no dejarse manipular, a comprender al otro, a respetarlo, a no dejarse llevar por lo subjetivo y buscar la justicia.
Son tiempos oscuros, aunque ya hace años que lo vienen siendo.
Esto no ensombrece la esperanza que ilumina en todos aquellos que hacen algo por construir un mundo más justo, más fraterno, más reconciliado.
Tiempos de contemplar, de reflexionar y de actuar, tiempos de respuestas, de opciones y compromisos, tiempos donde los mediocres no tienen lugar.
Rogemos por que la Tierra esté a la altura.

3 comentarios:

Francisco Javier dijo...

Desde mi humilde opinión coincido en que ambos tienen parte de culpa. Es triste, nunca comprenderé por qué hay guerras en nombre de Dios. Profeses la religión que profeses el fin debería ser el mísmo paz y amor a tu prójimo. No sé quizás esté equivocado, o quizás lo que yo pienso sea una utopía.

Francisco Javier dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo. Es triste pero nunca comprenderé como hay guerras en nombre de Dios. Profeses la religión que profeses el fin debería ser el mísmo, paz y amor a tu prójimo. Pero tal como está el mundo me parece una utopía.
Un saludo.

Marcos Vásquez Mazzotti dijo...

Gracias por comentar.
Una Utopía es algo inalcanzable, lo más triste es que la solución está en el corazón de cada uno.
Y es verdad no tiene ninguna lógica excusarse en Dios para usar la violencia.

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