sábado, 3 de enero de 2009

Mensaje de Navidad del Presidente Iraní, Mammud Ahmadinejad


Este es el texto completo del mensaje del Presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que está previsto sea emitido esta tarde (local) por la cadena televisiva británica Channel 4, según lo adelantó la agencia británca PA.
"En el nombre de Dios el Compasivo, el Misericordioso.
En el aniversario del nacimiento de Jesús, Hijo de María, la Palabra de Dios, el Mensaje de Misericordia, quisiera felicitar a los seguidores de las religiones abrahámicas, especialmente a los seguidores de Jesucristo y al pueblo del Reino Unido.
El Todopoderoso creó el universo para los seres humanos y a los seres humanos para Él mismo.
Creó cada ser humano con la habilidad de alcanzar las alturas de la perfección. Llamó al hombre a hacer todos los esfuerzos por vivir una vida buena en este mundo y trabajar para alcanzar su vida eterna.
Y en este viaje difícil y desafiante del hombre del polvo a lo divino, Él no dejó a la humanidad a su libre albedrío. Eligió de aquellos a los que creó a los más excelentes como Sus Profetas para guiar a la humanidad.
Todos los Profetas llamaron a la adoración de Dios, al amor y la fraternidad, al establecimiento de la justicia y al amor en la sociedad humana. Jesús, el Hijo de María, es el abanderado de la justicia, del amor por nuestro prójimo, de la lucha contra la tiranía, la discriminación y la injusticia.
Todos los problemas que aquejaron a la humanidad a través de las épocas se produjeron porque la humanidad siguió un sendero malo y despreció el mensaje de los Profetas.
Ahora que la sociedad humana se enfrenta a una miríada de problemas y a una sucesión de crisis complejas, las causas de raíz pueden ser halladas en el rechazo de la humanidad a ese mensaje, en particular a la indiferencia de algunos gobiernos y poderes a las enseñanzas de los divinos Profetas, especialmente aquellas de Jesucristo.
La crisis en la sociedad, la familia, la moral, la política, la seguridad y la economía que hizo la vida dura para la humanidad y continúa ejerciendo gran presión en todas las naciones se produjo porque los Profetas fueron olvidados, el Todopoderoso fue olvidado y algunos líderes se alejaron de Dios.
Si Cristo estuviera hoy en la tierra, sin duda estaría de parte de la gente en oposición a los poderes tiránicos, malintencionados y expansionistas.
Si Cristo estuviera hoy en la tierra, sin duda levantaría la bandera de la justicia y el amor para que la humanidad se oponga a los impulsores de la guerra, los invasores, los terroristas y los tiranos en el mundo.
Si Cristo estuviera hoy en la tierra, sin duda lucharía contra las políticas tiránicas de los sistemas económicos y políticos globales predominantes, como hizo en su momento.
La solución a los problemas de hoy es regresar al llamamiento de los divinos Profetas. La solución a estas crisis es seguir a los Profetas. Fueron enviados por el Todopoderoso por el bien de la humanidad.
Hoy la voluntad general de las naciones es instar al cambio fundamental. Es lo que está teniendo lugar ahora. Demandas de cambio, demandas de transformación, demandas de un regreso a los valores humanos se están convirtiendo rápidamente en las demandas más importantes de las naciones del mundo.
La respuesta a estas demandas debe ser real y cierta. El prerrequisito para este cambio es un cambio en los objetivos, las intenciones y las direcciones. Si las metas tiránicas son empaquetadas de nuevo en un envase atractivo y engañoso e impuestas a las naciones otra vez, la gente, despierta, se levantará contra ellas.
Afortunadamente hoy, cuando las crisis y la desesperanza se multiplican, una ola de esperanza está ganando velocidad. La esperanza de un futuro brillante y la esperanza del establecimiento de justicia, la esperanza de paz real, la esperanza de encontrar gobernantes virtuosos y piadosos que amen a la gente y que quieran servirle. Eso es lo que prometió el Todopoderoso.
Creemos que Jesucristo regresará, junto con uno de los hijos del reverenciado Mensajero del Islam, y liderará al mundo hacia el amor, la fraternidad y la justicia.
La responsabilidad de todos los seguidores de Cristo y las religiones abrahámicas es preparar el camino para el cumplimiento de la promesa divina y el arribo de esa era feliz, luminosa y maravillosa.
Espero que la voluntad colectiva de las naciones se una en el no tan distante futuro y con la gracia del Señor Todopoderoso, que la era luminosa llegue para reinar en la tierra.
Una vez más, felicito a todos y cada uno en el aniversario del nacimiento de Jesucristo. Rezo por que el Año Nuevo sea un año de felicidad, prosperidad, paz y fraternidad para la humanidad. Les deseo éxitos y felicidad".

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