lunes, 1 de diciembre de 2008

Mensaje de la Santa Sede por los 30 años de paz entre Argentina y Chile


VATICANO, 23 Oct. 08 / 08:00 am (ACI).- La Sala de Prensa de la Santa Sede dio a conocer este jueves el texto íntegro del mensaje enviado por el Secretario de Estado Cardenal Tarcisio Bertone a nombre del Papa Benedicto XVI al Card. Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, con ocasión del evento conmemorativo recientemente organizado por la Pontificia Universidad Católica Argentina con ocasión del 30° aniversario de la mediación del Papa Juan Pablo II entre Argentina y Chile.
El texto íntegro del mensaje señala:
Con motivo de la Jornada dedicada "A 30 años de la Mediación de su Santidad Juan Pablo II en el diferendo austral entre Argentina y Chile. Los frutos de la paz (1978-2008)", organizada por la Pontificia Universidad Católica de Argentina de Buenos Aires el próximo 16 octubre, el Santo Padre desea hacer llegar un afectuoso saludo a los participantes en ese solemne acontecimiento.
Las celebraciones programadas quieren recordar la mediación pontificia que contribuyó a resolver una controversia, que corría el riesgo de convertirse en un conflicto, y reflexionar sobre los frutos de paz que de ella han derivado hasta nuestros días.
El recuerdo de los acontecimientos de hace treinta años está indisolublemente unido a la amada figura de Papa Juan Pablo II y a la destacada obra de su Delegado especial, el Cardenal Antonio Samorè, ambos muy comprometidos en la búsqueda de la paz y de la concordia entre los pueblos argentino y chileno, unidos desde siglos por sólidos vínculos de fe y solidariedad. Es obligado también mencionar al Card. Agostino Casaroli y a sus colaboradores que, tras la muerte del llorado Card. Samorè, finalizaron los trabajos de la mediación, hasta conseguir la firma de una declaración conjunta de paz y de amistad, que tuvo lugar en el Vaticano el 23 de enero de 1984. Fue un ejemplo admirable de construcción de la paz a través de la vía maestra y siempre actual del diálogo, que tiene come finalidad no la supremacía de la fuerza y del interés, sino la afirmación de una justicia ecuánime y solidaria, fundamento seguro y estable de la convivencia entre los pueblos.
A treinta años del acontecimiento la mediación del Beagle continúa siendo un ejemplo que se puede poner para llamar la atención de la Comunidad internacional, ya que muestra, junto a la paciencia y a la responsabilidad de las partes implicadas, cómo en todas las controversias el diálogo no perjudica los derechos, sino que amplía el campo de las posibilidades razonables para resolver las divergencias. Es necesario, por tanto, seguir recurriendo a la diplomacia y a sus métodos de negociación, que toman su fuerza del bagaje moral de los pueblos, dándoles confianza para garantizar la paz, la seguridad y el bienestar. Las nuevas generaciones, teniendo presente las lecciones de la historia, antigua y reciente, están llamadas a mirar al futuro con ojos de esperanza y a comprometerse en la realización de la civilización del amor, de la cual Juan Pablo II fue profeta, aunque no siempre fuera escuchado.
Mientras desea que la iniciativa contribuya a reforzar los vínculos de paz y amistad entre los pueblos hermanos de la región, el Santo Padre invoca sobre todos los participantes en esa Jornada abundantes gracias divinas e imparte cordialmente a las queridas poblaciones argentina y chilena, como signo de su paterna solicitud, la Bendición Apostólica.
En esta feliz circunstancia, uniéndome a los deseos del Santo Padre, aprovecho la ocasión para reiterarle, Señor Cardenal, los sentimientos de mi consideración y estima en Cristo.
Tarcisio Cardenal BertoneSecretario de Estado de Su Santidad
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