No podía dejar de dedicar algunas líneas al Venerable Siervo de Dios,Juan Pablo "Magno", papa.
Su vida iluminó al mundo de polo a polo, conversaba con un amigo, que de alguna forma, fue de el de quien aprendí la piedad filial a María, de él hacer apostolado, aprovechar los medios , etc.
En su vejez entendí el valor de la dignidad humana, el valor del sufrimiento. En él entendí lo que es anunciar al Señor hasta quedarse- literalmente- sin voz.En general de él aprendí lo que es ser Santo en el mundo actual.
Que luminosa su vida, que motivación para nosotros, latinoamericanos que peregrinamos por estas tierras bajo el signo de la Cruz.
El siervo de Dios , Juan Pablo Magno es un modelo de fidelidad al Señor, de conformación con Cristo, de auténtico hijo de María, de apostol incansable, de defensa de la Vida, la Familia, de sobreviviente de la persecución religiosa.
Que riqueza para atesorar,en las continuas luchas latinoamericanas.
Hoy que son tiempos de persecución, y de evangelización continental, su figura se presenta como derrotero para ser discípulos y misioneros de Jesucristo y en Cristo tener Vida y Vida en abundancia.
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